Foto: http://revistavolarcolombia.com/
Te despierta por las mañanas con una alarma de lo más molesta, pero
se lo perdonas. Tal vez no hayas dormido bien después de que lo que iba a
ser un “vistazo rápido” a tus redes sociales se convirtiera en horas y
horas de perder el tiempo en Facebook. A todos nos ha pasado alguna vez.
Reconócelo… una de las relaciones más importantes de tu vida es la
que mantienes con tu móvil. Así que ¿por qué no usarlo para aprender
idiomas?
En el mercado hay disponibles una amplia variedad de aplicaciones
para aprender idiomas. La propuesta es tentadora: dedica a eso el tiempo
que pierdes “jugueteando” con el móvil.
Las apps gratuitas más populares son duolingo (con unos 20.000.000 de usuarios activos) y memrise, una herramienta de memorización.
Siguiendo el principio de que la mejor manera de aprender es
divirtiéndose, ambos encuentran maneras de recompensarte si logras
recordar el vocabulario.
“Ludificación”
El tiempo pasa mucho más rápido cuando estás colocando bloques del
Tetris o machacando caramelos digitales en Candy Crush Saga que cuando
introduces números en hojas de cálculo (aunque ambas actividades
consistan, básicamente, en realizar la misma tarea una y otra vez en una
pantalla).
Los juegos están diseñados para ofrecer gratificación instantánea, ya
sea a través de luces intermitentes, puntos o alguna otro tipo de
premio. Las máquinas tragaperras llevan años aplicando estas premisas.
El objetivo de la “ludificación” es hacer más divertidas las tareas
aburridas añadiéndoles los elementos de recompensa de los juegos.
La nueva generación de aplicaciones para aprender idiomas sabe seducir al usuario, incorporando ganchos como puntos, vidas, rankings, niveles y audios de aplausos cuando haces algo bien, como completar un test.
También puedes acumular puntos en la aplicación con los que
desbloquear nuevas misiones o cambiar la apariencia del juego. Eso sí, a
diferencia de otros juegos gratuitos, no se pueden hacer compras con
dinero “de verdad” dentro de la aplicación.
Duolingo en acción
Es muy fácil empezar: eliges el idioma que se quiere aprender, haces
una prueba de nivel (o se empieza de cero) y te pone a hacer ejercicios.
Se aprende a través de una gran variedad de tareas como traducir
textos al/del idioma que se está estudiando, transcribir pistas de audio
(generadas por ordenador), identificar las traducciones correctas de
una oración e incluso leer una frase en alto; frase que es luego
analizada por un programa de reconocimiento de voz (aunque no lo haga
especialmente bien).
Captura de pantalla de la web de duolingo
Los ejercicios están divididos en vocabulario (p. ej. animales,
comida) o verbos, adjetivos, etc. No se enseña la lógica ni la gramática
del idioma de manera directa, sino que el usuario las va asimilando a
medida que responde a las preguntas. Se puede, por ejemplo, pulsar con
el dedo sobre una parte de la pregunta para que aparezca su traducción.
Un algoritmo diseña las lecciones según los resultados del usuario,
por lo que el contenido se actualiza constantemente. Al terminar cada
tema, se puede realizar un test que permite pasar al siguiente nivel.
También es normal que la app repita contenido que ya se ha estudiado, para que se pueda repasar y asimilarlo bien.
Hay un objetivo diario y se recompensa al usuario por completar
ejercicios, utilizar la aplicación a menudo y, en general, por ponerle
ganas al asunto.
Duolingo es una aplicación de descarga y uso gratuito porque la
información que introducen los usuarios de nivel avanzado se utiliza
para traducir contenido de páginas web. El fundador de duolingo, Luis
von Ahn, es también el creador de esas herramientas reCAPTCHA que se ven
en los blogs a menudo, que utilizan la información que recopilan para
digitalizar libros.
Memrise en acción
Gran parte de las características típicas de juegos que se encuentran
en duolingo se utilizan también en memrise. Además, muchas de las
actividades son parecidas, aunque el propósito de esta app es ligeramente diferente: memrise ayuda a memorizar cosas (como su nombre sugiere).
Cada vez que se introduce una palabra nueva, la app también
propone una manera de recordarla, a menudo relacionada con la lengua
nativa de la persona que ha diseñado ese curso. Las técnicas
mnemotécnicas son un método de aprendizaje más que demostrado, ya que
relacionan una palabra nueva con algo más fácil de recordar, como un
concepto u otra palabra que el usuario ya conoce.
El contenido de cada curso variará en función de quién lo haya
compartido. Cada usuario puede crear un curso adaptado a sus necesidades
(para repasar la materia de un examen, por ejemplo). La aplicación
permite descargar cursos creados por otros usuarios; actualmente, hay
más de 30.000 entre los que elegir.
En general, la aplicación memrise es menos ambiciosa que duolingo: te
ayudará a memorizar vocabulario, pero no garantiza que aprendas el
idioma.
Lo bueno de estas ‘apps’:
- Son divertidas y hacen que estudiar un idioma sea como un juego.
- Las notificaciones aparecen en la pantalla de tu dispositivo si llevas tiempo sin acceder. Esto ayuda a practicar a diario, lo cual es fundamental para aprender un idioma.
- Los rankings animan a competir con amigos.
- Ofrecen una introducción al vocabulario y a la gramática, por lo que ayudan a ganar confianza.
Pero…
Un programa de idiomas bien diseñado te enseñará vocabulario y
gramática en un contexto relevante a tus necesidades. Es por eso, por
ejemplo, que existen programas de idiomas para profesionales o para
adolescentes, ya que tienen contenido muy diferente. Estas aplicaciones
te enseñarán vocabulario y algo de gramática, pero sin ningún tipo de
contexto.
Además del contexto que se crea dentro del aula, si te limitas a
utilizar una aplicación no pondrás realmente en práctica el idioma, cosa
que sí se hace al estudiar en el país en el que se habla o al
utilizarlo como lengua vehicular con otros hablantes no nativos.
Estudiar en inmersión en el extranjero te permite realizar un curso
adaptado a tus necesidades pero, sobre todo, utilizar el idioma para
comunicarte en tu día a día.
Si has estudiado un idioma utilizando una aplicación como único
recurso, probablemente te sientas abrumado cuando intentes hablarlo en
“la vida real”. Leer periódicos o ver películas en el idioma que estás
estudiando tampoco te preparará para mantener una conversación, para lo
que hay que escuchar, pensar y formar oraciones al mismo tiempo.
“Juguetear” con el teléfono tampoco sustituye al hecho de salir de la
zona de confort y hacer amigos, al mismo tiempo que disfrutas de las
vistas, los sonidos y los sabores de otro país.
Desde un punto de vista más técnico, Luis von Ahn, fundador de duolingo, dijo en una entrevista con el periódico The Guardian
que, en estos momentos, la aplicación “no es, en absoluto, tan versátil
como un profesor humano que, con tan solo fijarse en tu expresión
facial, puede saber si lo estás siguiendo o no. El factor humano tiene
mucho peso y nosotros no somos tan eficaces, pero sí creo que podemos
llegar a serlo. Eso sí, probablemente falten todavía muchos años para
que una app se pueda comparar con un profesor humano, la verdad”.
La mejor manera de utilizar las aplicaciones de idiomas
Una aplicación de idiomas puede ser una buena manera de empezar a
estudiar un idioma si eres un principiante absoluto, igual que también
puede resultar útil a la hora de revisar vocabulario, sea cual sea tu
nivel.
Pero ¿se puede llegar a dominar un idioma solo con una aplicación? Casi seguro que no.
Las aplicaciones son una herramienta útil, pero no sustituyen a la
experiencia de aprender un idioma en inmersión. Son intrínsecamente
antisociales, ya que cuando estás mirando el teléfono no te estás
relacionando con otras personas ni utilizando el idioma para lo que es
realmente: para comunicarse.
Fuente: http://blog.esl-idiomas.com
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